martes, 11 de septiembre de 2012

Alina Velazco-Ramos - Mexico


 

 

Poesía

 

Escritora nacida en México D.F. radicó en Colima de 2003 a julio de 2012 y a partir de esa fecha, en Tlajomulco de Zúñiga, Jal. Felina, enamorada eterna de la ilusión del amor y de su muso inspirador, Luis Gil. Ex fumadora empedernida en no regresar al vicio. A veces madrastra y siempre mami de Imma Reyes. Amante de la pizza, las palomitas de maíz, el cine, la lectura y la vida en general.

 

Ha participado en lecturas en diversos foros: Noches de Luna llena de la Secretaría de Cultura del Estado de Colima, Encuentro de escritores colimenses en Coquimatlán, Noches Líricas Musicales del PRI Villa de Álvarez, Maratón de Lectura Simultánea en Voz Alta convocada por la Feria del Libro de Guadalajara FIL, Banquete de poesía: Ágape, Eros y Filia, Maratón de Poesía en FARO de Oriente D.F. Encuentro de Poesía Joven Colima, Lectura de la Antología Poética Amor, Delirios y Delicias; entre otros.

 

Estudió el Diplomado en Creación Literaria del Instituto Nacional de Bellas Artes y un taller de elaboración de telescopios en la Casa de la Cultura Colima. Actualmente estudia la Licenciatura en línea en Desarrollo Comunitario de ESAD.

 

Contacto:   Mail alinahelena@hotmail.com

                   Facebook Alina Velazco-Ramos

                   Twitter @alinavelazco

                   Blog mierrcoles.blogspot.mx


 

Besa mi cuerpo.

Recórrelo centímetro a centímetro.

Inúndalo con tu olor.

Ese dulce aroma que me hace agradecer el haber nacido.

Dame vida,

hazme sentir que vale la pena continuar.

Toma todo de mi, dame todo de ti.

Crea un nuevo ser que sea mitad tu y mitad yo

mientras me acarician tus manos

y al final de todo,

bésame otra vez. 

El tigre se acerca lenta, cadenciosamente.

Decidido a atacar-dominar-someter a su hembra.

 

La hembra lo observa y espera.

 

El tigre se ve derrotado

por la mirada de un cachorro de ojos amarillos.

 

Que son su imagen y reflejo.

Tiempo de rehacerme

entre lo que queda de una gran ciudad.

Tomando los trozos que quedaron

de lo que no deseó ser parte de mi

y de una gran distancia, más que en días,

en soledades.

 

Sin llanto. Comprensión de lo incomprensible.

Respuestas certeras cómo dardos a la yugular.

Abatiendo lo poco que quedaba de mi ser etéreo.

Tirándome de lleno al suelo.

 

Tiempo de contener el amor

en la capsula de la eternidad.

Que se convierte en quizá en la otra vida

o en otro sueño se pueda derramar.

 
 

Despedida

 
Aprenderé a no sentirte cerca mío.

A no extrañar tus besos

y sobre todo,

al olvido.

 

Olvidaré que fuiste algo en mi vida,

aunque me duelas.

Aunque quiera preservarme en tu serena existencia.

 

Existiré a pesar de ti y de lo que somos.

 

Amores infinitos que en la distancia y el destierro,

Formaron uno solo hace tiempo,

en un seco aunque dulce verano.

 

En cinco días que fueron de ensueño.
 


Epitafio

 
Amé tanto, que me quedé sin fuerzas para vivir. Di todo de mí, me entregué sin reservas, fui. Procedí del modo en que me dictó el corazón y casi nunca cedí. Siempre fiel a mis convicciones, nunca a mi amante en turno. Pero jamás fui desleal. Disfruté con la misma intensidad una hora de pasión que un matrimonio de años. Fui quien quise ser. Fui.


 

Becarios

 

Infrahumanos.

Paradójico orgullo de la sociedad

pero lo más bajo también.

 

Cifras, números.

Hambre que es callada

Cada cierto tiempo con limosna.

 

Animales de carga que cada día

luchan por ser volteados a ver.

Por ser tomado en cuenta.

 

Con tantas cosas por ofrecer

pero transparentes como un fantasma olvidado.

 

Sin voz, sin voto.

Con la obligación de dar el todo

y sin la esperanza de alcanzar el infinito.

Con sueños de equidad,

que se acaban en cuanto la pesadilla de la burocracia

les despierta.

 

Así somos los becarios.

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